Un año más, y tras una noche que parecía traer "malos augurios", llegaba a Linares un nuevo Domingo de Ramos. El barrio de San José, se dispuso a recibir un año más al Maestro, el Rey de Reyes, que volvía a salir a recibir a todos sus vecinos y a hacer su Entrada Triunfal en Jerusalén.
Nuevo acompañamiento musical tras el paso de misterio con la banda de cornetas y tambores de Campo de Criptana .
Tras el misterio, la Señora de la Alegría, la de los Ojos Verdes, que llevada por su cuadrilla de costaleras, es mecida con una elegancia y una mimo que sólo son capaces de darle esas mujeres de Linares.
Es la primera, la que todos los años estamos deseosos de ver en la calle, aquella con la que un día por primera vez descubrí lo que era la Semana Santa, la que con la misma ilusión renovada todos los años espero a la salida de su Parroquia en el barrio de Cantarranas.
Todo, gracias a Dios, discurrió sin ningún tipo de problema desde el punto de vista climatológico, y la única noticia para los cofrades de Linares, fue ver pasearse al Maestro y a la Madre de la Alegría por nuestras calles. ¿Que mejor noticia que esta?.
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