Sólo con pasear por sus calles, ya se me cambia la cara, respirar sus olores y confundirse con sus gentes es un placer para todos los sentidos.
A parte de Cofradías, que también las hubo, ayer fue un día de esos que se necesitaban en la familia, en los que todos sus miembros se acordarán de el durante mucho tiempo y un día de felicidad junto a Ángela y Laura, mi sobrina, y como no junto a la artífice de todo este día Paqui.
Gracias por regalarme los momentos que vivimos ayer y ser como sois. ¡Cuando queráis repetimos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario