Muy austera sin llamar mucho la atención se encontraba la Señora en el Altar Mayor de Santa María que mayor regalo que tener a la Madre aunque sea un día al año tan cercana.
Paz es lo que estamos necesitando y lo que podemos encontrar cada 24 de Enero de manos de Nuestra Madre.
La próxima vez que la veamos tan bellamente engalanada faltaran pocas horas para verla pasearse por las calles de Linares en un esplendoroso Domingo de Ramos.
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