Ya he perdido la cuenta de los años que llevo acompañándote en el Rosario que todos los años tus hermanos del Prendimiento realizan por las calles de Linares.
Empece a ir solo por ver a una imagen de María por las calles de la ciudad en el mes de Octubre, algo inusual para los que nos gusta la Semana Santa, pero poco a poco fui notando que cada año cuando llegaba el último Domingo de Octubre algo me tiraba a levantarme temprano y dirigirme a San Agustín donde allí estabas Tú esperando a que tus hijos te sacaran a rezar el Santo Rosario una vez más.
Antes, eran tan solo unas cuantas calles del Barrio para realizar el rezo, ahora te desplazas a las parroquias de otras feligresías para enseñar como se tiene que realizar el rezo del Rosario y regresas entre multitudes al compás de los sones de tu banda del Rosario.
No voy a decir que me guste más o menos, pero yo siempre me voy a quedar con la primera parte, aquella en la que lejos de los tambores y las cornetas, nos enseñas a rezar por las calles de nuestros antepasados.
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