De aquellos antiguos daguerrotipos, a la elegancia del Blanco y Negro, a los perfiles expresionistas que se suavizan con la escala de grises, al color que intenta reflejar el intenso cromatismo de la ciudad cuando llegan los días señalados. Fotografías que son la imagen de una Imagen. Juego de espejos. Luces y sombras, perfiles sinuosos y esfumados, miradas ansiosas que buscan los ojos de Dios, manos que se aferran a la ternura de la Madre. Todo, absolutamente todo, está contenido en este universo recortado por las tijeras del encuadre.
Hay algo que late en cada una de las fotografías que componen este reportaje, en todas ellas como un reflejo o como un hálito, la Semana Santa de Linares.
Estas fotos que os muestro a continuación son cedidas por mi amigo D. Germán Muñoz Navarrete y muestra el interior de la iglesia de Santa María el pasado Lunes Santo.