El Jueves Santo, que había comenzado por San Agustín, un año más me llevaba a la calle Tinte (la de las Titas) para volver a encontrarme con la Hermandad del Rescate y Dolores.
La sobriedad a su paso por esta calle de esta Hermandad es uno de los signos que la caracterizan.
En esta calle la hermandad entra con los últimos rayos de sol de la tarde de Jueves Santo y sale cuando ya es noche cerrada que nos llevará a una nueva madrugá.
Las señoras ataviadas de mantilla nos hacer recordar otras tardes de Jueves Santo, aquellas de visita a los sagrarios de la mano del esposo.
Imponentes, como siempre, los sones de las bandas de esta cofradía tanto la de cabecera como la de acompañamiento al Señor del Rescate.
Un solo pero..................quizás deberían de ir un poquito más rápido.
"REX REGUM"
No hay comentarios:
Publicar un comentario